Pensamos que un milagro es algo grande, impactante, casi mágico, como una sanación repentina. Y si los milagros no fueran eso, sino lo más natural que existe cuando dejas de resistirte.

Tal vez los milagros sean dejar de luchar con lo que ya eres. Una manifestación divina.

Imaginamos los milagros como sucesos como una enfermedad que desaparece sin explicación. Esperamos el milagro como prueba de que somos especiales para Dios y que los problemas se resuelvan como por arte de magia, pero el verdadero milagro ocurre cuando nos rendimos.
Cuando no estamos esperando que pase algo, porque no hace falta que pase nada.
Los milagros suceden cuando dejamos de interferir con lo que ya está ocurriendo, cuando dejamos de querer controlarlo todo, de resistirnos.
Es como correr las cortinas de una ventana para permitir que la luz del sol entre en la habitación.
El milagro es lo que siempre estuvo ahí esperando que dejaras de luchar.
No es necesario crear el milagro, sólo tienes que permitirlo.
Los milagros llegan cuando sueltas la idea de que necesitas algo distinto a lo que ya eres. Lo más hermoso es que no necesitas hacer nada para que llegue, sólo dejar de impedirlo.

Que tengas un muy Feliz Día!!!