Practicar la gratitud aumenta nuestra capacidad de disfrutar de las cosas de la vida, sentirnos más conectados espiritualmente y más expresivos en cuanto a nuestros afectos.
Practicar la gratitud nos ayuda a experimentar menos síntomas físicos, nos hace sentir más satisfechos con nuestra vida y nos hace ser más optimistas respecto al futuro.
Encontrar lo que le da sentido a nuestra vida es fundamental para la felicidad, ya que si nos sentimos a gusto con nuestra vida, eso nos libera del miedo.
Practica la gratitud y en ese te convertirás. La gratitud inspira, motiva, transforma y nos hace sentir bien.
Cuando creas nuevas conexiones en tu cerebro, eso es aprendizaje.
Cuanto más repites lo que ha aprendido, más se instala el hardware neurológico en tu cerebro y lo prepara para la experiencia y cuando la experiencia ocurre, enriquece esos circuitos y transforma tu cerebro.
Es el ciclo del conocimiento, experiencia y sabiduría, es decir mente, cuerpo y alma.
Así el conocimiento es para la mente y la experiencia es para el cuerpo. De esta manera podemos cambiar nuestro futuro, incluso a nivel genético.
Si lo has hecho una vez como un atleta, podrás hacerlo repetidamente y si sigues repitiéndolo.
Condicionas químicamente tu mente y cuerpo para que trabajen juntos como uno solo.
Cuando algo bueno te sucede en ese momento sientes una emoción de gratitud.
La gratitud se convierte en la firma emocional de que lo que deseas ya ha sucedido en tu futuro.
Al abrir tu corazón y sentir esa emoción de tu futuro, tu cuerpo que es la mente inconsciente, cree que está viviendo en ese futuro en el presente.
Cuanto más intensa sea la emoción, más real se vuelve la imagen en tu mente.
El pensamiento y el sentimiento cambian tu estado de ser.
Si continúas haciéndolo con el tiempo sentirás que tu futuro ya ha sucedido.
Entonces ya no te preguntas cuándo o cómo va a suceder, sientes que ya ocurrió. Feliz Día!!!!